MAURO ICARDI

JOSÉ MANUEL HERNÁNDEZ

CUANDO EL GOL ES UNA FORMA DE VIDA: MAURO ICARDI.
El joven delantero ítalo-argentino, tras un pasado año convulso debido a su “salto a la fama” ha certificado lo que todos preveían, está llamado a dar tardes de gloria al Camp Nou en muy poco tiempo.


El año pasado estuvo en boca de cualquier aficionado al Fútbol Base, su definitiva explosión en el Vecindario y el hecho de que se le amontonaran los pretendientes (tanto clubes como selecciones nacionales) hizo que se levantasen unas espectativas desmesuradas en torno a él, lo que podría traducirse en una cantidad de presión inimaginable para un chico de 15 años, pero no para alguien de la madera de este joven delantero.

Comenzó a “patear al arco” desde bien pequeño, ya con 7 años jugaba con dos escuadras de su primer equipo, el Sarratea, un modesto club de divisiones inferiores del norte de Rosario, dónde el pequeño hincha de Newells jugaba dos partidos seguidos, uno ¡como portero! para inmediatamente después quitarse los guantes y jugar como delantero.

En 2001 la profunda crisis en que la sociedad argentina estaba sumida pegó de lleno al seno familiar del todavía pequeño Mauro, su padre, un carnicero en paro con 3 hijos, desempolvó los pasaportes familiares y partieron rumbo a Canarias en busca de un futuro mejor.

Al cabo de un año el joven Icardi ya estaba destacando en las categorías inferiores de la UD Vecindario, un modesto club cuyo equipo sénior anda a caballo entre la tercera y la segunda b, en dónde llegó a anotar más de 400 tantos. No faltaban equipos que siguiesen a Mauro, de hecho Sixto Alfonso, ojeador del Real Madrid en Canarias, fue el primero en intentar “llevarse el gato al agua” pescando a la joven promesa, pero aquello no terminó de cuajar.



Fue en un torneo en Las Palmas dónde terminó de desatarse la polvareda en torno al joven proyecto de astro del balón, las ofertas empezaron a lloverle a su padre y a su agente, Abián Morano; a la anterior del Real Madrid cabía sumarle el interés de Valencia, Sevilla, Espanyol, por supuesto el FC Barcelona. Y de fuera de España directamente Liverpool, Arsenal y Manchester City. Cada uno compitió con las armas que creyó oportunas, el todopoderoso City llegó a ofrecer al cabeza de familia el pago de la hipoteca de la casa familiar en Canarias y alojamiento, trabajo y gastos derivados en Inglaterra, a lo que el padre a la postre se negaría.

El FC Barcelona invitó a la visita de rigor en estos casos a La Masía a la familia, y como curiosidad, tras la misma se encargaron de que hasta Canarias llegasen a manos de Mauro banderines y posters firmados por Lionel Messi ¡ingenio al poder!

Y a fé que resultó porque Mauro se decidió por la ciudad condal, el resto de la historia es más o menos conocida, a Mauro le costó un par de meses la adaptación tras pasar un mes ¡completamente solo! en la residencia de los jóvenes futbolistas blaugranas. Un par de lesiones y la morriña típica de un chico de 15 años separado de su familia retrasaron un poco su explosión, que se vio en la tesitura de tener que elegir entre las selecciones nacionales de España, Argentina e Italia (posee pasaporte de ésta nacionalidad) eligiendo la albiceleste.

Mauro ha destacado esta temporada en el Juvenil B azulgrana, dónde el gran trabajo de sus técnicos le ha hecho crecer no sólo en lo físico, sino en lo futbolístico también.



Numerosas comparaciones se han escuchado o leído para referirse a él; Mauro está llamado a ser el delantero del futuro, a su gran físico (mide 1.80 acompañado de un desarrollo muscular muy notable) añade una capacidad técnica espectacular, posee movimientos de 9 en su registro particular, juega bien de espaldas, posee movilidad, capacidad para el desmarque tanto en apoyo como en rupturas... A lo que añade una potencia espectacular en carrera y un dominio de la izquierda a pesar de ser axialmente diestro que le ayudan a tener una capacidad de definición de auténtico crack, añádanle si quieren la capacidad de los grandes magos del balón; la inventiva, es capaz de sacar una jugada, un regate, un disparo a meta, una definición…dónde la mayoría de mortales no ven nada, o lo ven tarde.

Por dejar mi comparación personal, me recuerda a uno de los delanteros que más talento he visto (aunque desgraciadamente tirado a la basura) el mejor Adriano del Inter, que aunque no llegó a vérsele al completo se le intuía, el de los goles en Mestalla por ejemplo, podría ser un perfil equiparable para un jugador que como dicen muchos, está llamado a marcar época.