En la oficina en la que trabajaba había muy poco trabajo y en mi tiempo libre navegaba por la red. El Madrid acababa de jugar contra el Valencia la ida de la Supercopa de España y Van Nistelrooy había marcado un gol tras una gran jugada individual de Robben. Entonces me topé con un vídeo llamado “El Real Madrid no da juego a Robben”. Investigué un poco y fue como llegué ECOS DEL BALÓN. Me acabé enganchando a una nueva forma de ver el fútbol, alejada de los favoritismos, el morbo y el amarillismo de la prensa. Ahora participo bajo el nick Arjen11.
Había adoptado una nueva forma de ver el fútbol y comenzaba a fijarme en los movimientos que hacían los jugadores sin balón. El siguiente partido era el Real Madrid-Valencia, la vuelta en el Bernabéu. La primera parte fue totalmente aciaga para el Madrid. La segunda no empezó mejor y a los 10 minutos nos quedamos con 9 jugadores. Los huecos eran brutales y ahí sobresalieron dos figuras: una fue Robben y otra fue el gran Mahamadou Diarrà. Su juego posicional fue sublime en ese momento que el Madrid tanto lo necesitaba. Con cualquier otro jugador ahí no hubiéramos ganado ese título. Ningún periódico lo mencionó. Ni una palabra.
Fui fijándome cada vez más en su juego: coberturas, juego sin balón, posicional, apoyo al compañero, toque rápido (pese a lo que decía la prensa), dominio de los espacios, se sumaba al ataque, siempre eligiendo el pase correcto…..Pero la mayor virtud que destacaría de él es SU CAPACIDAD PARA COMPETIR y dar solidez al equipo a través de sus soluciones colectivas. En eso era diferencial. El mejor Diarrà siempre se verá en los partidos grandes.
Pero llegó el día fatídico, Mahamadou se lesionó con su selección y estuvo nueve meses pasando un absoluto calvario, con una lesión en su rodilla derecha que amenazaba incluso con dejarle cojo de por vida. Durante esos meses estuve recopilando partidos del Real Madrid en su temporada con Schuster. Diarrà me divertía mucho y por mi forma de ser, empecé a difundir esta pasión.
Comenzó esta nueva temporada y Diarrà parecía que estaba a punto de recuperarse. Jugó contra el Rosenborg unos minutos en el Trofeo Santiago Bernabéu y debutó en partido oficial contra el Villareal, dejándonos un puñado de movimientos que llevaron a mi compañero periplaneta a trabajar en un vídeo que es la primera piedra de la trilogía dedicada Mahamadou Diarra (10 minutos). La segunda parte es el que acompaña a esta entrada (Mahamadou invades Gijón). Un estudio más exhaustivo del enorme repertorio futbolístico del mediocentro malí. Y ya tenemos en proyecto el útimo de la serie, centrado en el partido del Sánchez Pizjuán donde volvió a surgir la bestia competitiva. Pero de eso hablaremos en otro momento.